Con una audiencia récord -5 mil personas por día, según la organización-, más de 100 galerías de arte, 30 galerías de diseño y varios nombres en el escenario mundial, SP-Arte, la feria de arte más grande de Sudamérica y ya referencia en el circuito mundial de ferias, vuelve con un ambiente de gran optimismo y aporta un ingrediente extra a las obras presentadas. La pandemia que impuso nuevas formas de comportamiento fue interpretada y exteriorizada a través de varias obras, que resultaron ser más diversas y plurales. SP-Arte 22 marca la reanudación del circuito de exposiciones en las capitales brasileñas, con énfasis en grandes retrospectivas de artistas de renombre.

Volviendo a su sede original, el edificio de la Bienal del Parque Ibirapuera, SP-Arte retoma sus actividades con un clima de mayor apertura a nuevos artistas, una apreciación del arte hecho en las Américas y un sentimiento de manifiesto contra el status quo, con galerías especiales , hechos por artistas negros y por artistas LGBTQI+, por ejemplo.



Artistas consagrados contemporâneos e de outras épocas, como Adriana Varejão e Di Cavalcanti respectivamente, por exemplo, não perderam seu protagonismo e foram um dos mais reverenciados, mas não ofuscaram os artistas novos e com propostas inovadoras. A vida cotidiana tem influenciado muito estes novos artistas, que não deixaram os novos comportamentos de fora dos temas das obras, muitas vezes provocativas de forma subjetiva ou até mesmo direta.
O Brasil também foi bastante o enfoque em diversas obras. O sentimento de um pedido de transformação urgente e pungente passou por diversas galerias, que dividiu com mais equilíbrio espaço com obras de artistas internacionais.






En el área de diseño, la gran novedad fue la reubicación de las galerías en el primer piso, junto a las galerías de arte. Las empresas de muebles, iluminación y objetos ganaron más protagonismo entre los visitantes. La oda al modernismo brasileño fue el tema de varias empresas, que rescataron lo mejor del apogeo del mobiliario moderno para exponer en sus stands. Se homenajearon nombres como Oscar Niemeyer, Joaquim Tenreiro, Percival Lafer, Bernardo Figueiredo, Geraldo de Barros y Zanine Caldas.


Pero el mobiliario contemporáneo también llamó la atención de los visitantes. El diseño brasileño actual se mezcla con tradiciones y técnicas artesanales, pero se suma a la tecnología y múltiples inspiraciones de las diversas culturas de los diseñadores. Materiales naturales como la madera, el lino, junto a elementos como el vidrio, el cristal y el mármol crean resultados vanguardistas que merecen, precisamente, ganar el estatus de arte. Piezas que suman poesía y una interpretación del mundo actual, que empieza a pedir un futuro menos caótico y más ligero.





