Por tercera vez consecutiva, CASACOR São Paulo, considerada la mayor exposición de arquitectura, interiores y paisajismo de América, se lleva a cabo en el Conjunto Nacional, en la Avenida Paulista. Con el tema “De Presente, o Agora”, el espectáculo que se extiende hasta el 28 de julio, trajo 74 ambientes que evocan el pasado para hacer posible el presente. Con 9.000 metros cuadrados de superficie construida, la edición revela lo que inspira a los profesionales participantes en lo que creen que es una casa que se preocupa por dejar un legado digno de su ascendencia. El equipo de diseño de Impress visitó la muestra y trae varios highlights de esta edición.
Para el diseñador Luiz Gorgen, la muestra de este año reveló una notable evolución en los estilos presentados. En años anteriores predominó el minimalismo, con ambientes neutros, sobrios y etéreos y uso predominante del blanco y el beige. “Sin embargo, ha habido una transición significativa hacia un maximalismo más cercano a la realidad de las casas brasileñas. Este nuevo maximalismo está menos sobrecargado y más vivido, reflejando la vida cotidiana con la presencia de objetos personales, plantas, fotos y otros elementos que aportan una sensación de ‘caos organizado’ y familiaridad”, explica. Según Luiz, este cambio ha permitido una mayor identificación de los visitantes con los ambientes. «A menudo uso el término ‘museo de mi propia historia’ para describir cómo los elementos presentes en las casas cuentan historias personales, creando un ambiente emocionalmente atractivo».
El uso de paneles de MDF en el techo y las paredes, creando una sensación de «caja» en algunos ambientes, fue una tendencia llamativa. La arquitecta Marina Werle cuenta que aplicar el mismo material a varios elementos del ambiente simplifica los espacios y los hace más acogedores y fáciles de replicar en los proyectos. «Esta transición de los espacios puramente conceptuales a ambientes más habitables y familiares es una tendencia bienvenida. El uso de colores, como los tonos rosado antiguo y marrón, crea una paleta que va desde el rosa beige hasta el marrón ladrillo, en referencia a la arcilla y otros materiales característicos de la cultura brasileña». Según Marina, esta simplicidad material, combinada con la presencia de objetos personales e historias, diferencia el minimalismo de la verdadera simplicidad.
El diseñador Alexandre dos Santos aporta otras impresiones del espectáculo. Según él, en ediciones anteriores, los ambientes estaban más enfocados en estimular múltiples sentidos, como el olfato y el tacto, además de lo visual. Esta vez, hubo un mayor predominio de estímulos visuales y táctiles. Los ambientes eran más naturales, con el uso extensivo de maderas ebanizadas, materiales envejecidos y hojas transformadas en objetos decorativos. Este cambio fue notable y refleja un nuevo enfoque de los arquitectos en el diseño de interiores. «Como trabajo mucho con colores en Impress, presté especial atención a la iluminación de los ambientes, que era diferente y bien cuidada, transmitiendo otros colores y creando efectos interesantes con el uso de espejos», agrega Alexandre.
Los ambientes favoritos del equipo de Impress incluyeron aquellos con revestimientos de madera, como cabañas de montaña, y espacios que combinan elementos modernos con nostalgia, utilizando materiales como ladrillos de vidrio y paneles metálicos. La presencia del metal, tanto en las encimeras como como elemento decorativo, fue notable y añadió un toque contemporáneo a los ambientes. La tecnología estaba muy presente, pero sin distanciarse del lado acogedor que la mayoría de los espacios proponían.
El Equipo Impress refuerza que esta edición tuvo como aspecto positivo el acercamiento de los ambientes a una vida más palpable, con elementos que hacen referencia a la cultura y la vida cotidiana de los brasileños, especialmente lo que conecta al visitante con su pasado para hacer el ahora con propósito y significado, sin dejar de lado el afecto y la identidad.