El Premio Pritzker, el honor más prestigioso de la arquitectura mundial, fue otorgado este año al arquitecto Liu Jiakun, nacido en Chengdu, China. El premio fue anunciado el 4 de marzo y reconoce la importante contribución de Jiakun a la arquitectura contemporánea, destacando su capacidad para integrar tradición e innovación. Según la organización del jurado, “a lo largo de su carrera, que abarca más de cuatro décadas, Jiakun se ha distinguido por su enfoque único y profundo, que no sólo satisface las necesidades funcionales de los proyectos, sino que también crea espacios que promueven una experiencia emocional, espiritual y comunitaria”.

Liu Jiakun expresa su filosofía de diseño afirmando que «la arquitectura debe revelar algo: debe abstraer, destilar y hacer visibles las cualidades inherentes de la población local». Para él, la arquitectura tiene el poder de moldear el comportamiento, crear atmósferas y fomentar un sentido de colectividad y compasión. En sus proyectos, busca evocar sentimientos de serenidad, poesía y alteridad, al tiempo que reconcilia elementos aparentemente opuestos como la utopía versus la vida cotidiana, la historia versus la modernidad y el colectivismo versus la individualidad.
Nacido en 1956 en Chengdu, República Popular China. Jiakun estuvo inmerso en un entorno médico desde una edad temprana, ya que su madre era internista y pasó gran parte de su infancia en el Hospital Popular de Chengdu. A pesar de que su familia era predominantemente médica, Liu Jiakun demostró interés en las artes creativas, explorando el mundo a través del dibujo y la literatura. A los 17 años formó parte del programa Zhiqing, una iniciativa del gobierno chino que enviaba a jóvenes a trabajar al campo, donde pasó la mayor parte de su juventud. Licenciado en Arquitectura por la Escuela de Arquitectura e Ingeniería de Chongqing en 1982, fue uno de los primeros arquitectos en China que contribuyó a la reconstrucción del país tras las transformaciones políticas.

Uno de los principales aspectos que distingue a Liu Jiakun es su capacidad para trascender el concepto de estilo fijo en su obra. Según el jurado de 2025, “Liu Jiakun imagina y construye mundos nuevos, libres de cualquier restricción estética o estilística”. Desarrolla una estrategia única para cada proyecto, que no sigue un método repetitivo, sino que tiene en cuenta las características y necesidades específicas de cada ubicación. En lugar de crear una estética preconcebida, el arquitecto aborda las realidades locales de manera creativa, reimaginando los espacios urbanos y proponiendo nuevas formas de convivencia, como lo ejemplifica el West Village, un proyecto que desafía la visión tradicional de la densidad urbana. Ubicado en Chengdu, West Village es un ejemplo notable de cómo la arquitectura puede equilibrar la densidad y los espacios abiertos, creando un entorno multifuncional e integrado donde las actividades culturales, recreativas, comerciales y residenciales coexisten armoniosamente. Este tipo de enfoque, que favorece la convivencia y la integración, es la seña de identidad de Jiakun, que busca transformar el entorno urbano en un espacio de intercambio y aceptación, sin renunciar a la complejidad y diversidad de la vida en las grandes ciudades.

Además, Liu Jiakun destaca por su enfoque innovador a la hora de integrar la naturaleza en el entorno urbano. En su obra, los espacios construidos no compiten con la naturaleza, sino que se fusionan con ella, creando una simbiosis entre ambos. Promueve la idea de que el entorno construido debe respetar y al mismo tiempo enriquecer el entorno natural, como se demuestra en La renovación del distrito de cuevas de Tianbao de la ciudad de Erlang en Luzhou. En proyectos como este, Jiakun utiliza las características naturales del terreno, como la vegetación local y las condiciones climáticas, para crear un espacio armonioso y sostenible, que se adapta al lugar y al mismo tiempo lo realza. El vínculo con la naturaleza es un elemento recurrente en su obra, reflejando la filosofía tradicional china que entiende la naturaleza como un socio fundamental en el proceso de construcción y transformación del medio ambiente.

Otro aspecto llamativo de la arquitectura de Liu Jiakun es su uso de materiales locales y tradicionales, con un fuerte compromiso con la sostenibilidad y la preservación del medio ambiente. A menudo utiliza materiales simples, auténticos y locales, como lo ejemplifica el uso de “Rebirth Bricks”, creados a partir de los escombros del devastador terremoto de Wenchuan de 2008. Estos ladrillos, hechos a partir de residuos de terremotos y mezclados con fibras de trigo y cemento local, se encuentran en varios proyectos de Jiakun, como el Museo Shuijingfang y el West Village.

“Liu Jiakun ha demostrado una profunda comprensión de la relación entre identidad y lugar. Se retoma la tradición china sin caer en la nostalgia, sino como punto de partida para la innovación”, argumenta el jurado del premio. Para él, la identidad no es sólo una cuestión de preservar el pasado, sino de integrar el legado cultural en el contexto actual, creando algo que sea al mismo tiempo un reflejo de la historia y una adaptación para el futuro. Sus proyectos, como el Museo de Ladrillos de Horno Imperial de Suzhou y el Museo Shuijingfang, son ejemplos notables de este enfoque, en el que crea espacios que funcionan como registros históricos y al mismo tiempo satisfacen las necesidades de infraestructura y servicios contemporáneos. Cada uno de sus proyectos es una fusión entre historia, cultura, naturaleza y funcionalidad, creando un entorno no sólo físico sino también simbólico.

Como él mismo afirma, “la arquitectura debe ser como el agua, impregnar el lugar sin portar una forma fija, sino absorbiendo las cualidades del lugar y transformándolas en algo nuevo”. Esta visión del papel de la arquitectura en la construcción del medio ambiente y la identidad humana es lo que lo convierte en una figura central de la arquitectura contemporánea, especialmente en un momento en el que el mundo enfrenta grandes desafíos urbanos y ambientales.
Con más de treinta proyectos destacados, Liu Jiakun se ha consolidado como uno de los arquitectos más innovadores de China. Su trabajo es también una contribución al debate global sobre la sustentabilidad y el futuro de las ciudades. En su enfoque, la arquitectura es un proceso continuo de adaptación y transformación, un medio para dar forma a la vida cotidiana y construir una sociedad más justa e integrada.

Al ser reconocido con el Premio Pritzker 2025, Liu Jiakun, en palabras de la institución, “se convierte en uno de los arquitectos más importantes de su generación, ofreciendo una visión sobre cómo la arquitectura puede convertirse en una herramienta para unir a la sociedad, preservar las tradiciones y crear un futuro más sustentable”.