Ya hemos hablado mucho acerca de los diferentes impulsos y deseos che han guiado el curso del vivir y, en consecuencia, de las viviendas en los días actuales. La constante conexión y la tempestad de informaciones a las estamos expuestos todos los días, abren camino para la búsqueda por una vida más liviana y en contacto sí mismo. Vivimos, así, un momento aparentes contradicciones: innovación y tradición, consumo y minimalismo, velocidad y desaceleración. Buscamos equilibrio para que con toda esta mezcla podamos encontrar y expresar nuestras propias identidades, ya que no estamos limitados a un solo estilo o una línea de pensamiento.
Se espera, entonces, que nuestros hogares materialicen esta mezcla de referencias y estilos de vida, con elementos, materias primas, muebles y artículos decorativos que se alejen de los interiores estáticos, con estilos predefinidos, que parezca un “showroom”, que solíamos ver en las revistas de decoración, convirtiéndose en extensiones de nuestra propia historia, viajes, romances, estudios, intereses y mucho más. En este sentido, creamos universos únicos y customizados, invirtiendo, entre otros factores, en la mezcla de materiales o de diferentes estándares de un mismo material, que mejor traduzcan nuestras personalidades y experiencias, haciendo de esta mezcla una de las “tendencias” en el diseño de muebles e interiores esta temporada.
Mixing and matching
Imagine si usted ingresa en una habitación y todas las superficies están cubiertas exactamente con el mismo tipo de material y en el mismo tono. Después de unos minutos observando el espacio, probablemente usted encontraría la habitación extremamente aburrida, ya que no hay nada que lo mantenga interesado, por lo que es natural que nuestros ojos y mente busquen un lugar más atractivo. Mezclar materiales, colores y texturas eleva el estilo de un espacio y crea este efecto visual buscado. Lo miso aplica también a la iluminación de los ambientes.
De esta manera, lo que hemos visto en el mercado de muebles son piezas que combinan hasta cuatro superficies diferentes, promoviendo el casamiento entre piedras y maderas, híbridos y metales, y muchos unicolores. También es posible percibir un abandono de la estética de un solo matiz y el atractivo para ambientes extremamente sobrios, como se vio en temporadas anteriores. Los colores están de moda y, sí, es posible mezclarlos con elegancia y asertividad.
El cemento y el hormigón, además de híbridos con aspecto texturizado y unicolores en varios tonos de gris, también reemplazan el negro y blanco como opciones más modernas para el background de los ambientes. Estas superficies funcionan como pantallas en los espacios en los que se aplican, lo que permite pasar de lo rústico a lo chic solo en función de cómo se mezclan y conectan los materiales en el mismo entorno.
Para agregar un toque más personal, por ejemplo, elementos retro o vintage pueden aportar determinada afectividad y nostalgia a los espacios modernos y minimalistas, que combinan perfectamente con la moda de superficies en tonos pastel o incluso con colores primarios, que dominaran las principales exposiciones de muebles este año. Maderas envejecidas y materiales con aspecto de reutilización complementan el estilo, que aún combina muy bien con la composición entre tonos claros y oscuros, cálidos y fríos. En efecto, las marcas del tiempo o del manejo de estas materias primas son cada vez más valoradas, dando un nuevo sentido al rústico y al hecho a mano.
La madera carbonizada, así como el metal oxidado o cepillado, por ejemplo, no solo producen un efecto visual impactante, sino que representan la fuerza de la naturaleza en medio a los procesos muchas veces agresivos de la industrialización. Combinados a elementos modernos o incluso a materiales nobles, como las piedras, promueven un nuevo significado del diseño contemporáneo y el lujo en los entornos – puntos que ya hemos también explorado mucho aquí. Hablando de este nuevo lujo, los mármoles y las estructuras de vidrio combinadas con metales coloridos, como el latón, cobre, plata y oro ofrecen una extravagancia combinada con una característica retro en un juego de colores y linealidad que nunca pasan de moda.
Esto no quiere decir que no hay más espacio para las maderas y otras materias primas “crudas” y superficies con tonos terrosos. Al contrario, la combinación de lo natural con lo industrial, lo no adulterado con lo tratado simbolizan muy bien las contradicciones en las que hoy vivimos, la interconexión entre estilos y la búsqueda por equilibrio entre los más variados movimientos.
De esta forma, los revestimientos en madera, como el roble, el nogal y el olmo combinan con el poliuretano, perlescentes, el acero y metales pintados, ya sea en muebles de diseño moderno, con formas rectilíneas e poco orgánicas o en formas redondeadas, que inspiran sensación de confort y acogida, aportando, así, elementos de la naturaleza incluso en casas súper inteligentes y funcionales, atendiendo al deseo de reconectarse con lo natural sin renunciar a la agilidad de la vida urbana.