Simultáneamente a la Feria del Mueble de Estocolmo, se lleva a cabo la Semana del Diseño de Estocolmo, que también visitó el equipo de Impress Decor Brasil. Entre el 3 y el 9 de febrero, la ciudad escandinava se transformó en un vibrante circuito de creatividad e innovación. Salones de exposición, galerías y ateliers abrieron sus puertas para presentar lo último en diseño nórdico, creando una atmósfera dinámica que pone en contacto a marcas, profesionales y aficionados. Alrededor de 300 espacios fueron rediseñados especialmente para el evento, ofreciendo ambientes más allá de la exhibición de productos: cada espacio fue rediseñado para contar una historia, explorar nuevas posibilidades y provocar nuevas percepciones.
En esta edición de la Semana del Diseño de Estocolmo destacaron tanto nombres reconocidos como diseñadores emergentes. El diseño escandinavo, famoso por su funcionalidad y estética minimalista, ganó nuevas capas de expresión, explorando colores vibrantes, materiales inusuales y formas inesperadas. Para los escandinavos, los colores en realidad brindan un servicio: brindan comodidad, especialmente durante los meses de invierno, cuando los días son más cortos. Nada se utiliza al azar: cada color tiene una función específica dentro de una composición, respetando el círculo cromático y trabajando armoniosamente con colores complementarios u opuestos para crear ambientes equilibrados y acogedores. «Cada espacio fue una experimentación cuidadosa con texturas, luz y composición, lo que dio como resultado espacios que equilibraban el rigor técnico y la libertad creativa», dice Jessica Hori, gerente de producto de Impress.
Uno de los aspectos más llamativos de esta experiencia fue la forma en que se organizaron los elementos en los ambientes. De una manera aparentemente sencilla, pero siempre sofisticada, las exposiciones jugaron con la mezcla entre formas orgánicas y geométricas, entre lo artesanal y lo tecnológico, creando composiciones que sorprendieron por su equilibrio y armonía. “En algunas exposiciones hubo una sutil influencia del surrealismo, estimulando la creatividad y desafiando la percepción tradicional del diseño”, comenta Luiz Gorgen, diseñador de producto de Impress.
A diferencia de otras semanas del diseño, el evento no presentó instalaciones con un atractivo más dramático, sino más bien un cuidadoso movimiento en los espacios para revelar productos y conceptos, siempre con reverencia por el diseño. Además del impacto visual, la Semana del Diseño de Estocolmo reforzó el principio de lo esencial: el minimalismo nórdico no se limita a la estética, está en el diseño de productos, donde cada pieza está pensada para ser funcional sin excesos. “La estructura de los objetos se convierte en la forma y función misma, eliminando lo superfluo y resaltando la inteligencia del diseño”, destaca Jessica Hori. Esta mirada atenta al uso consciente de materiales y recursos reiteró la conexión con la sostenibilidad, premisa innegociable dentro del pensamiento escandinavo.
Más que una serie de lanzamientos, la Semana del Diseño de Estocolmo creó un ecosistema de intercambio y experimentación, donde el diseño adquiere nuevas narrativas e interacciones. “Caminar por la ciudad en este período es descubrir cómo tradición y vanguardia se mezclan en un escenario en constante transformación, revelando un diseño que no sólo decora, sino que también propone, cuestiona e inspira”, concluye Luiz Gorgen.